Sinsentido

Escribo y siento que siempre falta algo, como si las palabras las sacara de un cubito y aún quedaran palabras en el fondo del cubo en donde yo no alcanzo. Aunque  últimamente me pasa siempre en lo cotidiano, en la rutina; siento que hace falta algo en todo, siento que todo está incompleto.

A las flores les faltan pétalos siempre que las observo y las que parecen estar con los pétalos en armonía carecen de olor.

La tierra en la que camino parece siempre pedir a grito más granos, entonces para no desesperarme me digo «tal vez sólo es este pedazo de tierra en el que estás ahora» y me trago esa mentira que yo misma cocino.

Y los ríos, ¡ay, qué pesar! Parecen haber llorado tanto, parece que nadie les ayudase, esos sí que están devastados, siempre les falta agua, siempre. Están tan incompletos que ya todos se acostumbraron a verlos vacíos.

A los arboles siempre les faltan hojas, y cuando la brisa pasa, -a esa también le hace falta aire- forman berrinches, gritan, saltan, bailan… pidiendo ayuda, advirtiendo de la epidemia.

Pero lo más grave de todo son las personas, esas sí que no tienen salvación, están taaan incompletas que a veces no se ven unas a las otras, aunque estén enfrente. Esas sí que son caso perdido. Caminan en un sinsentido caótico hacia ningún lado, tambaleando por el mismo camino hasta que se caen o se acaba el camino.

 

 

 

 

 

 

 

 

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